En los últimos meses
hemos leído noticias sobre la transferencia de Centros de Diputación
a la Generalitat, sobre el vaciado de contenido, sobre duplicidades y
falta de competencias… en definitiva filtraciones, interesadas, o
no, con sus correspondientes mentidos y desmentidos, que sólo
consiguen desestabilizar a los trabajadores de dichos centros creando
incertidumbre y necesidad de aclaraciones.
Ejemplo de centros
afectados son las escuelas de la Diputación, como las de Catarroja y
Requena, centros que han salido gratuita y prematuramente en prensa
como Centros transferibles, evidenciando la noticia un grave
desconocimiento por parte del informador sobre funciones, historia y
singularidades, por otra parte como el resto de Centros señalados en
las diferentes publicaciones.
La historia de las
Escuelas viene recogida con orgullo en la web dival por mérito
propio ya que, huelga decir, que el sector agrario tiene una
importancia trascendental en nuestra provincia y estas escuelas
llevan décadas formando profesionales y vienen generando un tejido
empresarial en los sectores agrario y viticultor.
Estas Escuelas son
referente a nivel estatal y, por su singularidad, son de imposible
encaje en el sector educativo de la Generalitat. No son sólo
escuelas al uso, puesto que además de la faceta educadora, contempla
también la innovadora en sectores como el cervecero, el del aceite
de oliva y la vinculación al sector empresarial, a través de
prácticas en las empresas, en la cuales tienen un alto concepto de
los alumnos de estos Centros.
Por todo ello,
consideramos que las Escuelas de la Diputación son buques insignia a
cuidar, proteger y fortalecer. La mejor manera de dar fuerza a las
mismas es llevando a cabo un concurso-oposición que valore la
experiencia del profesorado y que dote de estabilidad a sus
trabajadores, asegurando así la continuidad del trabajo que vienen
realizando éstas escuelas desde hace tantos años, y que permita a
las diputaciones seguir a la vanguardia en la formación de
trabajadores en la agricultura y viticultura valencianas.
A nuestro juicio no se
debería hablar de transferencias, la labor que lleva a cabo la
diputación a través de todos sus centros es insustituible y no
supone duplicidad alguna, la parte política tiene una gran labor por delante para asegurar la calidad en la prestación de los
servicios. Las duplicidades a evitar tal vez son otras, como por
ejemplo el seguimiento que hace la Mutua de las bajas, y que no supone más que un gasto innecesario.
¿Queremos realmente una
administración pública de calidad? ¿La voluntad de todos es dotar de seguridad y estabilidad a nuestros trabajadores? Es necesario fomentar las promociones internas con un temario razonable y un plan de estabilidad que permita a los
trabajadores temporales y a los funcionarios interinos consolidar su puesto de trabajo. Así es como se puede
dar un servicio público de calidad y ser un referente para las demás
administraciones públicas.
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